El término networking está muy integrado en el ámbito profesional actual. Sin embargo, los contactos pueden materializarse a través de procesos diferentes. Por esta razón, en Empresariados ponemos atención en seis tipos de networking que conviene conocer.
1. Networking entre empleados: un impulso para el talento
Esta experiencia no solo puede poner el acento en las particularidades del proceso en sí mismo, en función del contexto en el que se desarrolla. También puede diferenciarse por los perfiles que intervienen en la interacción. Pues bien, en ocasiones las conversaciones unen a empleados que crean su propia red profesional por medio de vínculos de calidad.
2. Networking intergeneracional: contactos con profesionales de diferentes edades
El networking es el medio esencial para acceder a otras experiencias, puntos de vista y consejos. Pues bien, el componente generacional también puede facilitar el intercambio de información entre personas que se encuentran en etapas diferentes de la carrera profesional. Un perfil con mucha experiencia puede transmitir un legado de sabiduría que está respaldado por el aprendizaje adquirido a través de sus propias vivencias. Un joven profesional, por su parte, posee una formación reciente y conoce las últimas tendencias del sector.
3. Networking online: ideal para reducir la distancia
Encontrar tiempo para asistir a algunos de los eventos y actividades que se programan en el entorno próximo al negocio no siempre es un reto posible para el emprendedor. Sin duda, sí es importante dedicar un espacio a esta actividad. Sin embargo, quizá no sea fácil conciliar esta responsabilidad con el resto de ocupaciones que se integran en la vida de un proyecto. Pues bien, es fundamental subrayar el valor y la proyección que ha alcanzado el networking online gracias a nuevas formas de comunicación que ponen en contacto a profesionales que, tal vez en ausencia de esa posibilidad, no se hubiesen conocido en realidad.
4. Networking de eventos
El tipo de networking también puede diferenciarse por el lugar y la forma en la que se lleva a cabo. Pues bien, el mundo de los eventos posee una gran visibilidad en la actualidad. Es un ámbito que experimentó el impacto notable de la pandemia, pero ya ha retomado su ritmo y su actividad habitual. Es un escenario en el que existen muchas posibilidades de coincidir con otras personas que tienen intereses similares que participan en el programa al estar interesados en la agenda del evento.
5. Networking presencial: planificado o improvisado
Los profesionales que se sienten más cómodos con la experiencia de hacer contactos a través de Internet, pueden marcarse objetivos de comunicación que se desarrollan de manera presencial. Del mismo modo, quienes priorizan el enfoque tradicional en el establecimiento de conversaciones significativas con otros profesionales, también pueden marcarse el reto de desarrollar competencias digitales. En definitiva, analiza en qué ámbito te sientes más cómodo y qué meta puedes priorizar para no estancarte y quedarte quieto en la zona de confort.
El networking presencial puede planificarse con anticipación. Así sucede cuando el profesional sabe que acudirá a un espacio concreto en una fecha próxima. Pero también surgen situaciones que, de forma casual, propician un intercambio de información.
6. Networking empresarial
El networking, en sus diferentes procesos y experiencias, abre puertas. De hecho, es una experiencia que sitúa al profesional más allá de su propia realidad. Pone en práctica las habilidades sociales y la comunicación desde el instante en el que se establecen las primeras presentaciones. Pues bien, el networking abre puertas a autónomos, empresarios, profesionales, empleados y, por supuesto, empresas. Empresas que pueden dar una mayor visibilidad a sus productos y servicios.
En definitiva, el networking es importante en el contexto actual. Por ello, conviene hacer un espacio en la agenda para cultivar el diálogo con una red de contactos.