La diferenciación es uno de los conceptos esenciales en un proceso de emprendimiento. Hay otras ideas que giran en torno a un mismo sector, sin embargo, es importante dotar a un proyecto de su propia entidad. Es decir, más allá de los aspectos que potencian la semejanza, conviene poner el foco en aquello que resulta diferencial para destacar ante los competidores. A continuación, proponemos una selección de preguntas para emprendedores que permiten profundizar e investigar en torno a la idea de negocio.
1. ¿A qué tipo de público se dirige la iniciativa?
El éxito de una empresa va más allá de la percepción que el emprendedor tiene de su propuesta. Es fundamental que esta conecte con el público objetivo que, en consecuencia, debe quedar perfectamente acotado, identificado y definido.
2. ¿Cuál es tu valor añadido y cómo impacta en la vida del cliente?
El público objetivo también puede encontrar otros productos y servicios de calidad entre la oferta disponible en el sector. ¿Por qué crees que debería confiar en tu propuesta? Reflexiona sobre el valor añadido que suma un factor muy importante a tu proyecto. ¿Y cómo impacta ese valor en la vida del cliente?
3. ¿Cómo vas a integrar el compromiso con la sostenibilidad ambiental en el negocio?
Es decir, identifica qué medidas y acciones vas a adoptar de forma objetiva para que el desarrollo de la actividad esté en sintonía con la protección del entorno. En la actualidad, los clientes y profesionales están cada vez más familiarizados con esta cuestión. Sin embargo, la práctica de la sostenibilidad va más allá de convertirse en una estrategia de marketing. En realidad, responde a un compromiso ético que se especifica por medio de acciones y objetivos realistas.
4. ¿Cuáles son las fortalezas y rasgos positivos de tu negocio?
Si quieres diferenciarte de la competencia es muy importante que sepas cuáles son tus competidores directos. Pero también puedes profundizar en la esencia de tu propuesta a través de herramientas tan sencillas como el análisis DAFO. En definitiva, haz una investigación para enumerar las fortalezas y las debilidades del emprendimiento. Por otra parte, pon nombre a las amenazas y oportunidades que se integran en el entorno en el que se desarrolla la iniciativa.
5. ¿Qué ventajas y beneficios tiene tu propuesta desde el punto de vista del cliente?
El cliente tiene tanta importancia que puede situarse en el centro de la estrategia. En consecuencia, es recomendable que te hagas preguntas cuya respuesta conecta con la perspectiva del público objetivo. ¿Qué ventajas y beneficios tiene la idea de negocio desde ese ángulo?
6. ¿Cuál es tu visión del negocio a largo plazo?
La verdadera diferenciación es aquella que se consolida y se materializa tras el paso de los años. Es decir, es una huella que perdura en el tiempo. ¿Cuál es tu visión del negocio cuando visualizas la idea en su evolución potencial? ¿Qué aspectos deben permanecer a lo largo del tiempo y qué variables pueden cambiar? El proyecto puede crecer y evolucionar, sin embargo, es importante que los cambios tengan una coherencia con la idea original.
7. Más allá de la tecnología: ¿Qué recursos e ingredientes humanos quieres cuidar en tu proyecto?
Actualmente, los negocios ponen mucha atención en ingredientes clave como transformación digital, automatización o inteligencia artificial. Sin embargo, la diferenciación no solo puede estar respaldada por los recursos más innovadores, sino también por factores humanos que son los que resultan verdaderamente determinantes para profesionales y clientes. Es decir, la inteligencia emocional, la empatía, el liderazgo o la escucha activa son muy relevantes.
¿Qué otras preguntas clave para diferenciar un proyecto de la competencia quieres añadir a continuación? Los ejemplos mencionados permiten profundizar en una idea de negocio.