El contexto laboral actual es muy exigente y complejo. Por ello, muchos emprendedores tienen una formación multidisciplinar que proporciona una visión global sobre el mundo de los negocios. Esta perspectiva es clave en el emprendimiento. Por ello, también es posible crear un equipo multidisciplinar para impulsar un proyecto que está respaldado por el talento de perfiles complementarios. En Empresariados compartimos siete ventajas.
1. Innovación interna
El negocio también puede potenciar la innovación abierta por medio de la colaboración con otros proyectos. Sin embargo, la base de un equipo multidisciplinar ofrece los recursos y la visión deseada para alimentar el desarrollo, la investigación y la creatividad de forma interna.
2. Gran variedad de competencias, habilidades y destrezas
El máximo potencial de cualquier equipo se desarrolla a largo plazo por medio de la formación y el liderazgo. Un equipo multidisciplinar suma un valioso legado por medio de una interesante combinación de competencias, habilidades y destrezas que es poco probable que se presenten en un único perfil profesional. La gestión del talento, que se desarrolla en dicho contexto, por el contrario, muestra la perspectiva de diferentes trayectorias profesionales que se complementan y colaboran para lograr objetivos comunes.
3. El grupo impulsa el aprendizaje de sus miembros
Existen diferentes factores que influyen en el aprendizaje profesional. Y el propio entorno puede facilitar esta experiencia. Cada miembro del grupo encuentra diferentes modelos y referentes. Es decir, cada persona participa en un contexto que le permite descubrir aspectos relevantes sobre diferentes especialidades. Cada colaborador tiene la posibilidad de compartir sus conocimientos con el grupo y, a su vez, se nutre con otras referencias externas.
4. Clave para poner el foco en la búsqueda de soluciones
Un equipo con una perspectiva multidisciplinar se orienta con acierto hacia la búsqueda de soluciones. Porque para tomar la mejor decisión ante un desafío concreto, es recomendable tener una visión integral del asunto. Cuando un tema se analiza, únicamente, desde un punto de vista, otros muchos matices pasan desapercibidos en el análisis. Por el contrario, cuando diferentes expertos comentan las causas, consecuencias y soluciones, acotan el plano desde un ángulo más realista. El diálogo es más rico cuando se nutre con diferentes experiencias que se ponen en común en un entorno de confianza y seguridad.
5. Humildad y empatía
El sentido de un equipo muestra la importancia del grupo en su conjunto (y conecta con la voz del nosotros). Es importante que cada profesional tenga la posibilidad de desarrollar su potencial en el grupo. Y también es recomendable que tome conciencia de sus límites, carencias y desconocimiento. Es una perspectiva que educa el ego que impulsa el deseo de destacar ante los compañeros. Por otra parte, alimenta la práctica de la humildad. Muchas de las preguntas que surgen durante la realización de un proyecto pueden responderse y aclararse a través del criterio experto de los integrantes del grupo.
6. Resiliencia
La especialización también es un importante valor en un proyecto que cubre una necesidad concreta en uno o varios perfiles de clientes. Sin embargo, la resiliencia no solo es clave en el ámbito personal, sino que dicho concepto también es relevante en el ámbito de los negocios.
Ten en cuenta que es decisiva para avanzar, evolucionar, desarrollar una visión de crecimiento o hacer ajustes en el plan de acción. Pues bien, quienes componen un equipo multidisciplinar se acompañan y se apoyan mutuamente.
7. Visión global
Cada nuevo proyecto ofrece una oportunidad para crecer y avanzar. Tener una visión global del negocio es un aspecto positivo sin que eso implique el objetivo de internacionalizar el proyecto. Un equipo multidisciplinar proporciona una perspectiva integral en torno a las variables y necesidades de un proceso.