El síndrome del quemado afecta especialmente al colectivo de los autónomos que conviven con una presión constante sobre su actividad profesional. Una de las cosas que más cuesta a un autónomo es desconectar de los asuntos de trabajo durante su tiempo libre porque sus jornadas no están tan delimitadas en horarios como en el caso de un trabajador por cuenta ajena. De este modo, atiende llamadas de teléfono y asuntos pendientes incluso en fin de semana. Otro factor a tener en cuenta es la preocupación económica que en muchos casos viene acompañada por etapas de más beneficios y otras de ingresos bajos.
¿Por qué se llega a este punto?
Además, el autónomo también tiene que invertir horas extra en trámites como la preparación de las facturas y la elaboración de presupuestos. El síndrome del quemado se produce justo en ese momento en el que el profesional lleva mucho tiempo teniendo la sensación de que vive para trabajar en lugar de trabajar para vivir. Esto produce un agotamiento psicológico, un desgaste negativo y una desesperanza que roba incluso sentido al propio proyecto de empresa. Y sin embargo, la realidad es que muchos autónomos son verdaderos héroes por intentar sacar el mejor partido de unas circunstancias difíciles.
Remedios contra el síndrome del quemado
Para muchos autónomos, por ejemplo, del sector de la hostelería, es literalmente imposible tener un fin de semana de descanso. En ese caso, lo importante es que aunque solo puedas disfrutar de medio día completo para ti, lo disfrutes de verdad y tengas actividades que sean totalmente ajenas a tu negocio. Amigos con quienes no hablar de asuntos de trabajo.
El síndrome del quemado puede reducirse en gran medida con un gesto tan sencillo como hacer un reajuste en los horarios de las comidas y el descanso. A veces, el autónomo llega a olvidarse incluso de sí mismo por tanto trabajo.
Otros consejos de ayuda
Además, también es muy importante contratar los servicios de un asesor fiscal para delegar en él la labor de asesoramiento personalizado en trámites complejos como las finanzas. Y en algunos casos, el síndrome del quemado pasa por hacer un replanteamiento de la situación de vida. Es decir, puede que la mejor decisión sea cambiar de empleo y poner mayor atención a la vida personal.