En ocasiones, los errores se pagan, y en el ámbito laboral, el precio puede ser alto. Por ejemplo, perder un trabajo. ¿Qué errores son los que más te pueden perjudicar en el proceso de selección de una empresa?
En primer lugar, los nervios puede que sean los que te jueguen una mala pasada en ese tipo de situación. Los nervios restan capacidad de concentración a una persona que ante la presión se bloquea. Conviene no dramatizar para poder obtener algún aprendizaje de situaciones en las que los nervios no te dejaron ser tú mismo. Pero a la vez, también tienes que encontrar técnicas para ir aprendiendo a controlar tus emociones: realiza ejercicios de relajación, toma una tila antes de una entrevista de trabajo, visualiza en tu mente una imagen que te dé tranquilidad…
Otro error en una entrevista de trabajo suele ser llegar con una puntualidad excesiva a la cita. Tan mala imagen produce llegar tarde como llegar a la reunión con veinte minutos de tiempo. Piensa que las empresas tienen una organización, por tanto, adáptate. Y además, llegar con tanto tiempo muestra una imagen de desesperación por encontrar un trabajo.
Los errores pueden quitarte oportunidades laborales. En este sentido, otro fallo importante suele ser confundir la seguridad en uno mismo con la arrogancia y la vanidad. Por tanto, muéstrate natural y relajado pero sin resultar prepotente o egocéntrico. Es normal que las personas tengan dudas en relación con el puesto de trabajo al que optan. En este sentido, resuelve tus dudas pero sin someter a un interrogatorio al seleccionador de recursos humanos. Recuerda que el entrevistado eres tú. Y por supuesto, al final de la entrevista, busca espacio para poder hacer tú dos o tres cuestiones si te interesa.
Para finalizar, otro error que puede hacerte perder un trabajo es no saber mostrar todo el potencial que hay en ti.