La barrera que separa a algunos jefes de los empleados en las empresas es tan palpable, que los trabajadores no se animan a dar un paso más allá a la hora de dar sus ideas, aportar sus puntos de vista o hacer cualquier sugerencia que pueda enriquecer una relación profesional, que muchas veces, no fluye precisamente, por la falta de confianza mutua.
Para que la rueda de la confianza empiece a girar y a generar un feedback positivo por ambas partes, es indispensable que sea el jefe, como líder, quien tome la iniciativa, quien dé muestras de que se interesa de verdad por los trabajadores no sólo en términos numéricos, sino también, en el plano personal. A las personas, solo se les conoce de verdad hablando con ellas, teniendo diálogo, haciendo preguntas. No hay más misterio que ese, pero por supuesto, para ponerlo en práctica, es importante querer hacerlo y tener ilusión.
Las palabras alimentan la confianza
Las palabras generan confianza, dan seguridad a los trabajadores especialmente, en un clima tan hostil como el actual, donde todo es tan frágil a nivel laboral, y donde tantas personas viven con la sensación extraña de tener un pie fuera de la empresa. Siempre es importante informar a los trabajadores de cómo van las cosas en la empresa: la información es fuente de poder. Pero un trabajador también se siente integrado en el sistema cuando es consciente de qué está pasando.
Consejos para los trabajadores
En el ámbito laboral, existen personas que se cubren de corazas, tienen miedo por mostrarse tal y como son. Sin embargo, para que empiece a fluir de verdad la relación entre jefe y empleado es indispensable generar confianza. ¿Cómo lograr la actitud adecuada? Sé tú mismo: las personas que muestran autenticidad son muy valoradas a nivel social.
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