Cómo despedirte de la empresa, dejando la puerta abierta


Un despido no solo puede venir impuesto de una forma externa cuando recibes esta dura noticia por parte de tu jefe. Este tipo de noticias, generalmente, se suelen producir al final de la semana. Pero un despido también puede reflejar la decisión personal de un trabajador que quiere dar un giro a su vida como consecuencia de que tiene nuevas opciones de empleo, está cansado de hacer siempre lo mismo, está quemado de no sentirse valorado… O simplemente, en ese momento tiene nuevas prioridades en su vida. ¿Cómo despedirte de la empresa en la que estás trabajando?

En primer lugar, es indispensable dar esta noticia con tiempo suficiente, al menos, con dos semanas de tiempo. Dejar un puesto de trabajo vacío implica que otra persona pueda llenar ese vacío. Por tanto, la empresa tiene que abrir un proceso de búsqueda de personal.

Si conoces a alguien cualificado que pueda realizar tu función, entonces, puede que la empresa agradezca que le asesores en esta cuestión. Intenta marcharte en positivo, no dejes un lastre negativo tras tu paso, por dura que haya sido tu experiencia trabajando en esa empresa, recuerda lo bueno y sé agradecido. Expresa claramente tu gratitud por el tiempo compartido y por todo lo aprendido durante esos años.

Por otra parte, el último día oficial de trabajo para ti, entonces, puedes tener un detalle, como por ejemplo, llevar pastas o una tarta para disfrutar entre todos en la hora del almuerzo. A ser posible, también es adecuado mandar un correo electrónico colectivo para dar las gracias y también, para dejar la puerta abierta hacia el futuro. Puedes darles tu número de teléfono personal en caso de que quieran llamarte en ciertos momentos. Ese gesto también te ayuda a tener contactos de trabajo, pero además, también es bonito mantener el contacto personal con aquellos compañeros que te han marcado más.

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