Existen profesionales que imparten conferencias sobre el área en el que son expertos. Por ejemplo, emprendedores que montaron su propia consulta de coaching, pueden dar charlas en centros culturales sobre pensamiento positivo, gestión del tiempo y liderazgo. Una iniciativa que no solo implica superar los miedos habituales al hablar en público sino también, redactar un discurso de calidad en forma y contenido (no solo importa aquello que dices sino también, el modo en que lo dices).
Cuál es el tema de la charla
Es importante que antes de comenzar a escribir, dediques un tiempo a reflexionar sobre un tema de interés para el público potencial al que te diriges. Solo existe comunicación real con el oyente cuando conectas con sus necesidades. Para impartir una charla es importante que te apoyes en tus fortalezas, es decir, en tu conocimiento. Pero también es importante que tomes estas oportunidades como una ocasión fantástica para seguir aprendiendo e investigando nuevos temas. Puedes documentarte al respecto.
Selección de información
Una vez que ya has decidido el tema de tu charla, es decir, de qué vas a hablar, es fundamental hacer una selección de cuáles serán las ideas principales y secundarias de tu argumentación (las ideas secundarias deben estar en conexión con los puntos principales). Es decir, es importante argumentar de forma óptima tus puntos de vista principales. Respecto a la estructura del discurso, es recomendable utilizar frases breves.
El factor tiempo marca una pauta muy importante en un discurso. Deberás seleccionar la información teniendo también en cuenta cuál es el margen de tiempo del que dispones. Para ser previsor, es recomendable elaborar un discurso que ocupe un menor tiempo del que tienes disponible (para poder superar cualquier imprevisto).
Un discurso debe estar compuesto de una breve introducción, un desarrollo de las ideas, una conclusión en la que recoges tus ideas principales y un cierre.