Una empresa puede sufrir una crisis de marca que pone en juego su propia reputación. Sin embargo, una empresa puede salir fortalecida de una situación de estas características, siempre y cuando, seleccione a los profesionales más adecuados para coordinar la crisis. Uno de los pasos necesarios es elegir un portavoz que genera credibilidad. Sin embargo, esta elección no debe realizarse después de que ha saltado la polémica sino antes. Es decir, toda empresa debe tener un plan de actuación para gestionar una crisis de marca. Un plan ideal de cómo actuar ante la situación práctica.
Cómo elegir a un portavoz
El portavoz es el encargado de hablar con los medios de comunicación y responder a las preguntas. Pero, incluso, se adelanta a muchas de esas preguntas con una explicación previa. Es decir, la importancia de la elección del portavoz es que la empresa necesita transmitir transparencia ante la sociedad.
Y en muchos casos, a través de la figura del portavoz, se dosifica la información de forma positiva ya que en una situación de crisis, es necesario dar tiempo al tiempo. Sin embargo, el silencio eleva el nivel de tensión en los afectados por esta crisis de marca.
Habilidades de comunicación
Un buen portavoz es aquel que es capaz de comunicar información con empatía y asertividad a través de una amplia riqueza de vocabulario, pero también, por medio de una buena agilidad mental en sus respuestas. No se trata de utilizar tecnicismos puesto que un mensaje es más efectivo cuando más claro resulta para la mayoría de la gente. Pero, además, un portavoz eficaz es aquel que también tiene un buen dominio del lenguaje corporal puesto en conexión con la comunicación oral.
Un portavoz es una persona que representa a la empresa, por tanto, debe ser alguien que interiorice en su ética personal los propios valores de la organización.