La planificación forma parte de la realidad de un negocio. El responsable toma numerosas decisiones que dan forma al resultado final. Pues bien, existe un elemento esencial que debe concretarse a partir de una estrategia efectiva: la localización no es fruto del azar. De hecho, mientras que el acierto incrementa el éxito comercial, el error condiciona la evolución del proyecto. ¿Cómo crear un buen plan para decidir la posición que una entidad ocupa en el mapa?
1. Qué oportunidades ofrece el entorno
La propia ubicación de un negocio en el lugar puede generar una huella positiva en forma de nuevas contrataciones, servicios y productos. Sin embargo, es esencial que la localización seleccionada se alinee completamente con las necesidades del proyecto. ¿Qué oportunidades aporta a la idea inicial? Por ejemplo, quizá propicie el acceso a nuevos mercados.
2. Busca asesoramiento profesional para elegir la ubicación ideal
El responsable del negocio asume un papel importante en relación con la iniciativa que lleva a cabo. Toma decisiones que se integran en el mapa del proyecto. Pero puede buscar ayuda para que el plan de acción reduzca los riesgos innecesarios. Es decir, el asesoramiento especializado es muy positivo para mejorar la localización de una propuesta.
3. Una localización que destaca por su conexión con los proveedores
Un negocio no se alimenta por sí mismo, sino que necesita de recursos externos que hacen posible la infraestructura del proyecto. Por ejemplo, es recomendable que la entidad construya vínculos sólidos y estables con proveedores que ofrecen servicios y productos de calidad.
Esta cuestión tiene tanta relevancia que conviene integrarla en la búsqueda de una localización ideal para la empresa. Es decir, es recomendable que el punto seleccionado destaque por su proximidad con otros colaboradores.
4. Elabora el plan de empresa para concretar la ubicación estratégica
La planificación potencia el éxito en un negocio. Por ello, es esencial diseñar un plan de empresa. Y la localización es uno de los factores que debe integrarse en el documento. Es un dato que contextualiza todavía más la idea inicial.
La enmarca en un escenario que resulta favorable desde el punto de vista comercial. Por esta razón, conviene analizar varias alternativas para seleccionar aquella que resulta más positiva a partir de la evaluación de criterios objetivos.
5. Visibilidad de la ubicación
Actualmente, el concepto de visibilidad online está cada vez más integrado en el ámbito corporativo puesto que las empresas crecen en un contexto digital. Pero la visibilidad, que va más allá del marketing, también es determinante en la localización de una empresa.
Conviene buscar una dirección que resulta accesible desde diferentes ángulos y perspectivas. Es decir, es importante facilitar la llegada de clientes, profesionales y proveedores. La visibilidad también se relaciona directamente con la comunicación con el entorno.
6. Nivel de interés del entorno desde una perspectiva general
El valor de una idea de negocio aumenta cuando se integra en el contexto adecuado. El marco en el que se posiciona una empresa ofrece oportunidades. Pero es importante ampliar la mirada más allá de esas opciones favorables: ¿Qué otros límites y amenazas externas forman parte de ese escenario?
Por otra parte, también puedes analizar la evolución y los cambios que ha experimentado el lugar. ¿Es un universo en crecimiento que incrementa su atractivo desde el punto de vista comercial o se ha producido el movimiento contrario durante los últimos años?
¿Cómo elegir una ubicación estratégica para el negocio que propicie su evolución a largo plazo? Incluso cuando la elección de una zona específica parece evidente desde el primer momento para el profesional, es esencial estudiar el terreno para seleccionar una dirección que potencie el éxito del proyecto.