Tener una relación difícil con un compañero de trabajo ya es un aspecto negativo que puede minar la motivación del trabajador cuando el desgaste se produce un día tras otro. Pero todavía es más desagradable tener una relación difícil con el jefe. ¿Cómo darle un giro positivo a la relación?
Mantente en tu puesto
En una empresa es importante que cada persona tenga muy claro cuál es su lugar, qué cometido tiene y qué función debe de realizar. Por tanto, asume estas tareas con profesionalidad.
No hables de trabajo fuera de la oficina
Si quieres hablar un asunto importante con tu jefe entonces concreta una cita profesional para hablar del tema en su despacho. Pero no aproveches cualquier momento en que te lo encuentras por casualidad para abordar el tema. Del mismo modo, si coincidís en algún plan fuera del horario de oficina, evita por norma, tocar temas laborales.
Tu jefe no es tu amigo
Es importante tener claras las cosas. Un jefe no es tu amigo. Incluso en el caso de que una persona tenga como jefe a su pareja, un familiar o un buen amigo, conviene destacar que dentro del horario laboral, el vínculo afectivo pasa a un segundo plano para dar prioridad absoluta al rol de jefe.
Evita las bromas
Si no tienes una buena relación con el jefe evita hacer bromas. Tampoco te centres en exceso en él. Reduce tu contacto a lo estrictamente necesario y céntrate en tu trabajo cotidiano. Ten claro lo que no puedes esperar de un jefe con el que no tienes una buena relación: es mejor que no esperes su refuerzo y su motivación a través de mensajes positivos. Si luego lo tienes, perfecto. Pero de entrada es mejor ser realista para no sufrir en exceso.