Es habitual posponer para el inicio del mes de enero ese momento de reflexión que concreta posibles metas a alcanzar a partir de entonces. Sin embargo, conviene romper con esta dinámica de posponer para otro momento aquello que puedes hacer en este instante. Por ejemplo, todavía dispones de varias semanas del 2019 para formarte, impulsar tu desarrollo profesional y ocuparte de tu proyecto. ¿Cómo planificar tus objetivos profesionales de fin de año?
Identifica una meta importante
La lista de opciones puede ser amplia, sin embargo, cuando concretas esta meta desde el compromiso del cumplimiento del plan de acción, la perspectiva cambia. ¿Cuál es esa meta que quieres lograr de verdad? ¿Es una meta que puedes poner en relación con otros logros previos que has alcanzado en este año? Anota por escrito esta meta.
¿Qué vas a hacer para lograr esta meta de fin de año?
Las circunstancias externas son importantes. Puede ocurrir que algunos de estos elementos del entorno se pongan de tu parte, pero también puede que identifiques posibles obstáculos en este plan de acción. Pero para avanzar en este camino hacia la meta es especialmente importante que te concentres en tu propia decisión. ¿Qué vas a hacer en esta última etapa del año para lograr este fin?
Motivación
Imagina que te encuentras en el nuevo año haciendo balance del capítulo del año previo. ¿Qué perspectiva te gustaría tener de esta etapa previa vista desde ese instante futuro que en algún momento será presente? Esta perspectiva depende de ti, al menos, en cómo cambia la perspectiva de una meta cuando has intentado alcanzarla, aunque finalmente no hayas podido conseguirlo.
¿Cuál es tu principal fuente de motivación para lograr esta meta? ¿Qué mejora vas a experimentar en tu desarrollo profesional a partir del cumplimiento de esta meta? Allí puede residir tu principal fuente de motivación.