Promocionar un servicio profesional es distinto a vender u ofrecer un producto ante un potencial cliente. Existen tres puntos básicos que puedes tener en cuenta para ofrecer tus servicios profesionales ante potenciales clientes.
Especialízate en un área muy determinada
Posicionarte como experto en un sector en concreto te ayuda a convertirte en un referente en determinado ámbito. Eso implica renunciar a trabajar en determinados sectores y tener menos clientes. Sin embargo, también implica la posibilidad de tener menos clientes pero ganar más dinero con cada proyecto. Cuando te especializas de verdad en un área en concreto, entonces, lo que tú puedes ofrecer, el nivel de competencia profesional también se reduce de forma notable.
En ese caso, es importante que en el primer contacto profesional por email con tu potencial cliente especifiques cuál es el valor añadido que tú puedes aportar, un valor añadido que beneficia directamente al cliente (es decir, explica qué va a ganar el cliente con tu aportación).
Además, dicho primer contacto profesional también tiene que ser personal. Es decir, es positivo que especifiques por qué eres seguidor de ese proyecto en concreto o cómo lo conociste. Escribe un correo electrónico que sea personal de verdad, es decir, que se note que no es un modelo que puede ser utilizado para contactar del mismo modo con otras empresas.
Valora el tiempo del interlocutor
En la mayoría de las páginas web de empresa existe un apartado de Quiénes Somos en el que a modo de presentación, se ofrece información interesante que puede ayudarte a dirigir tu carta a una persona en concreto. Conviene partir de la premisa real de que las empresas reciben cada día contactos de distintos profesionales y al no ser el único, tienes que valorar de verdad el tiempo del receptor.
Por eso, tu correo tiene que ser lo más claro posible en tu presentación de quién eres, qué ofreces y por qué quieres trabajar con esa empresa. Para ello, también tienes que explicar cuál es tu experiencia pero de una forma dinámica.