Iniciar un proceso de branding personal implica embarcarte en el compromiso de mejora y de crecimiento personal que surge del deseo de cambio. Un cambio siempre se adopta de una forma lógica, desde el punto de vista de la inteligencia emocional, cuando una persona toma conciencia de los beneficios de ese cambio. ¿Cómo iniciar un proceso de branding personal?
En primer lugar, sería ideal contar con la ayuda de un mentor. Simplemente, porque un mentor es como una luz en tu vida que actúa de guía. Por tanto, su presencia te aporta fortaleza emocional y te hace sentir motivado en los momentos de dificultad. Para iniciar tu proceso de branding personal también puede serte de gran ayuda identificar en tu vida a personas que cumplen con los comportamientos ideales que tú aspiras a tener en un futuro inmediato. Observa con frecuencia a esas personas para poder aprender de ellas.
Lleva en tu bolso un cuaderno para poder anotar en cualquier momento ideas y reflexiones interesantes que vienen a tu mente en cualquier momento. Puedes contratar a un coach para poder ser la mejor versión de ti mismo. El mayor error de un ser humano es estancarse en la comodidad del terreno seguro y conocido. En realidad, recuerda que tienes que embarcarte en un proceso de mejora constante.
Recuerda que no solo importa la imagen que tú tienes de ti sino también, la que proyectas en los demás. Por tanto, sé cuidadoso y amable en tus relaciones sociales. La formación es indispensable en un proceso de branding personal porque en la medida en que te formas también creces y mejoras en todos los sentidos.
Visualízate a ti mismo como esa persona que quieres llegar a ser. Todo cambio es gradual y paulatino, pero al interiorizar la idea también te sientes mejor contigo mismo.