En muchos casos, los trabajadores no se animan a comunicar sus propias ideas en la empresa porque sienten que no son tenidas en cuenta. Y de hecho, en muchos casos, así sucede. Por ello, para mejorar el grado de motivación y de implicación de los trabajadores en la empresa es positivo llevar a cabo algunas medidas que pueden ser de gran ayuda a la hora de favorecer la comunicación. Por ejemplo, es posible poner un buzón de sugerencias en donde cada persona se sienta libre de aportar sus propias ideas y los motivos por los que una propuesta es importante.
Además, en una reunión de trabajo, se debe de favorecer el clima adecuado a la hora de poner ideas en común. Por ello, el jefe puede preguntar claramente a los empleados si tienen alguna propuesta que aportar. El mejor modo de hacer la pregunta es con una actitud positiva y abierta. De vez en cuando, también puede resultar de utilidad realizar cuestionarios a los trabajadores donde puedan valorar los puntos positivos de la empresa y los puntos a mejorar. Este tipo de cuestionarios para que sean efectivos tienen que ser privados, porque desde el anonimato las personas también se sienten mucho más seguras y libres a la hora de hablar.
En muchos casos, las empresas demandan la ayuda de un coach porque existen problemas de comunicación de fondo. En este sentido, un proceso de coaching puede ser positivo. Del mismo modo, también es gratificante favorecer la formación en los trabajadores porque al asistir juntos a clase también pueden conocerse en otro contexto diferente.
Además, un jefe también tiene que potenciar la comunicación a nivel individual con los trabajadores. En este caso, conocer a cada empleado es muy positivo. Por ejemplo, un padre de familia, agradece qué le pregunden algo tan sencillo como: ¿Qué tal están tus hijos? Este tipo de preguntas son recibidas como una forma de reconocimiento que motiva mucho al empleado.