Los expertos en comunicación no verbal, cada vez, hacen más hincapié en este tema: comunicamos mucho más a través de nuestra postura y de nuestros gestos que mediante nuestras palabras. En Empresariados, a modo de coaching, te damos algunos consejos prácticos para evitar algunos fallos habituales en el lenguaje corporal, fallos que surgen como consecuencia de la presión o del nerviosismo en una entrevista de trabajo.
Cómo puedes sentarte en la silla
Evita tocarte el cuello con la mano porque muestra nerviosismo. Del mismo modo, tampoco te sientes con los tobillos cruzados porque da una imagen de incomodidad. Es importante que transmitas seguridad, para ello, coloca las piernas rectas en paralelo.
Es fundamental que en el momento de las presentaciones, mantengas el contacto visual, de lo contrario, puede causar una imagen de no tener interés en la otra persona. Relájate e intenta tratar a la otra persona como si fuese alguien a quien conoces de hace más tiempo.
Siempre se considera que el tener los brazos cruzados en una entrevista de trabajo es un signo de estar a la defensiva. Sin embargo, también puede significar, en función del contexto, que la persona está pensando una idea.
Es importante sonreír pero en su justa medida, ten en cuenta que estás en un ámbito profesional y la risa también puede ser sacada fuera de contexto en un ambiente en el que no hay confianza suficiente.
Cómo mostrar lo mejor de ti
Evidentemente, una persona no puede adoptar la actitud mecánica de ir fingiendo todo tipo de gestos a nivel corporal, solo porque conoce su significado. En caso de hacerlo, se notará cierta falsedad.
Sin embargo, lo que sí puedes hacer es relajarte, centrarte en el momento, porque cuando conectas contigo mismo a nivel interno, entonces, a nivel externo, reflejas armonía y confianza.