Un negocio vuelve a crearse con cierta frecuencia a lo largo del tiempo. En un primer momento, una empresa se crea desde cero pero en ocasiones posteriores, se reinventa a sí misma para actualizarla a los tiempos y a las necesidades del mercado. ¿Cuándo reinventar tu negocio?
Cuando lo que haces no funciona
Si llevas un tiempo haciendo cosas que no te dan buenos resultados entonces, deja de hacerlas porque seguirás llegando siempre a un mismo punto. Si quieres ver cambios en los fines, entonces, tienes que hacer modificaciones en los medios. Por otra parte, si el deterioro del negocio ha sido evidente en el último año de vida del mismo, entonces, también es importante elaborar un plan de acción para ofrecer un nuevo servicio, reforzar el marketing o hacer una promoción especial a los clientes.
En la actualidad, existen empresas que siguen ajenas al marketing digital cuando en realidad, esta vía es fundamental para llegar a potenciales clientes.
En ocasiones, los emprendedores están tan quemados de la exigencia que produce el seguimiento de un negocio que confunden su propio sentimiento de tedio interior con el estado actual del negocio. Por ello, conviene puntualizar que en ocasiones el negocio funciona bien pero es el emprendedor el que necesita tomarse unos días de descanso y desconectar para verlo todo con otra perspectiva diferente. Puede que lo que hayas hecho hasta ahora sí que funcione pero tengas que actualizar la forma.
La situación personal
En otras ocasiones, reinventar un negocio también implica atender a la situación económica del momento. Así sucede cuando el negocio puede seguir funcionando pero con menos personal.
Por otra parte, cuando a nivel personal sientes que te has quedado estancado y que ya no disfrutas con lo que haces también puedes añadir alguna pequeña innovación en tu negocio pero manteniendo todo aquello que sí funciona. Innovar no significa dar un salto al vacío sino hacer cambios buscando la seguridad de lo conocido.