Una de las funciones del departamento de Recursos Humanos es delimitar las funciones de cada puesto para que cada trabajador tenga muy claro qué obligaciones y qué competencias tiene que cumplir a lo largo de la jornada. Esta precisión aporta claridad y también, motivación y seguridad al trabajador. Sin embargo, existen casos de personas que sienten que no tienen clara cuál es su labor en la oficina. En ese caso, existe algún problema de información y también de ejecución. Es decir, puede que ese trabajador esté realizando competencias que no le corresponden.
En general, en la entrevista de trabajo es el momento oportuno para hablar sobre el tipo de empleo. Pero también, en el contrato se pueden detallar las funciones principales. Conviene analizar el perfil ideal del candidato para optar a un puesto de empleo de una forma previa. Así, en la selección de personal es más fácil dar con la clave del candidato ideal.
En la medida en que se delimitan las funciones de cada puesto de trabajo también se favorece de una forma efectiva la coordinación en la empresa y el trabajo en equipo ya que ningún trabajador se entromete en el terreno del otro. En general, en las empresas pequeñas que tienen pocos trabajadores es más habitual que un mismo empleado tenga que realizar tareas diferentes. Conviene ver el punto positivo de esta cuestión: es posible aprender cosas nuevas y adquirir competencias muy diversas.
En caso de que tengas la sensación de que estás realizando tareas que no te corresponden, no pierdas la ocasión de hablar con tu jefe de una forma asertiva sobre la situación ya que seguro que con comunicación y diálogo es posible encontrar una solución que te haga la vida más fácil en el trabajo a nivel emocional.