El marketing no sólo implica dar a conocer una empresa o un proyecto con valor de futuro. Sino que el marketing empieza por ti mismo, es decir, nadie puede promocionarte tan bien como tú para poder acceder a un puesto de trabajo. En esencia, cualquier profesional puede darse a conocer como un producto. En esencia, tienes que ser la mejor versión de ti mismo, mostrar tu valor más importante, tener capacidad de generar empatía y autenticidad. ¿Cómo puedes promocionarte de la forma adecuada utilizando internet como un trampolín profesional?
En primer lugar, ten mucho cuidado con las fotos que publicas. Es decir, en internet se puede seguir el rastro de cualquier persona, la mejor forma de no arrepentirte de haber publicado algo, es directamente, no ponerlo. No pierdas el tiempo en quejas. La queja transmite una imagen negativa de una persona. Las empresas buscan trabajadores motivados y entusiastas para hacer frente a la rutina.
Utiliza tu nombre real para registrarte en las redes sociales, de esta forma, incluso los seleccionadores de recursos humanos podrán identificarte fácilmente. Esto puede ser una fuente de oportunidades de trabajo real. Del mismo modo, ten una foto en el perfil que sea actual y en la que salgas muy favorecido. Aprende a tratarte a ti mismo como si fueses tu mejor amigo, habla bien de ti mismo, potencia tus virtudes, sé más comprensivo con tus defectos, tómalos como una fuente para crecer y mejorar.
El marketing también implica que otras personas puedan hablar bien de ti. Es decir, ten un comportamiento ético para tener contactos de trabajo que puedan dar testimonio de tu método de trabajo y de tu seriedad. De hecho, es aconsejable que puedas aportar referencias positivas para entrar a trabajar en algunas empresas. El marketing empieza por ti ya que tú eres tu mejor producto.