Una entrevista de trabajo es una prueba importante no sólo para el candidato que opta al puesto de trabajo, sino también, para la empresa que debe elegir al mejor candidato. Dicha elección no es nada fácil teniendo en cuenta que en plena crisis la competencia crece y además, las empresas se encuentran con que la mayoría de los candidatos tienen una formación importante.
¿Por tanto, como dar con la mejor opción? En primer lugar, es importante entender que dicho proceso de selección implica una serie de pruebas para ir descartando poco a poco a los diferentes postulantes en base a la elección del perfil ideal. El primer paso que debe dar la empresa es el de definir el perfil de la persona ideal al puesto, y es que de este modo, así queda mucho más claro el objetivo.
De lo contrario, de no saber lo que se busca es mucho más difícil dar con la mejor opción. En dicho perfil deben quedar delimitadas las competencias y las cualidades. Por otro lado, después se debe dar a conocer la oferta de trabajo. Para ello, muchas empresas publican dicha oferta en las bolsas de trabajo online o en la sección de empleo de los periódicos. En más de una ocasión, algunos puestos ni siquiera son publicados porque se cubren de una forma automática a través de contactos profesionales o de las recomendaciones.
Una vez que ya se cuenta con un número importante de postulantes, llega la prueba de evaluación que suele consistir en una entrevista de trabajo. En ese caso, la empresa suele realizar una serie de preguntas frecuentes en este tipo de pruebas y analizar las habilidades del candidato, su nivel de motivación, su trabajo, su experiencia previa, su formación… También es posible realizar una prueba psicológica o una prueba de conocimiento. Cuanta más información se tenga sobre los candidatos mejor. En base a los mejores, habrá que elegir a un único candidato.