El síndrome de abstinencia del ejecutivo


En plenas vacaciones de verano, mientras muchos trabajadores que están cansados de su trabajo, disfrutan mucho del relax y del ocio, por el contrario, también existen ejecutivos acostumbrados a la frenética actividad a lo largo del año. Por ello, pasar de cero a cien en cuestión de unos días, es una dura prueba a nivel emocional. Tanto que algunos expertos no dudan en hablar del síndrome de abstinencia de los ejecutivos. Es decir, de la sensación de vértigo ante el vacío del tiempo. En general, los ejecutivos que tienen una gran dependencia hacia su trabajo sí disfrutan mucho durante los siete primeros días de descanso, sin embargo, una vez pasado ese tiempo comienza el deseo de volver a la actividad.

Los ejecutivos se forman en las escuelas de negocios pero también, están marcados por su propio modo de ser. En general, son personas muy activas, dinámicas, disfrutan haciendo cosas nuevas, les gusta tener el tiempo ocupado y vinculan su valor personal con la actividad profesional.

Durante el verano, no pueden evitar mirar más de una vez el correo electrónico o mirar si hay llamadas en el teléfono móvil. Una solución práctica puede ser distribuir las vacaciones a lo largo de todo el año para no tener una parada muy larga en el verano. Por otro lado, también es posible aprovechar el verano para hacer cosas que luego son difíciles de llevar a cabo ante la falta de tiempo. Por ejemplo, leer libros vinculados con el ámbito empresarial. Se trata de un plan de ocio pero que también puede ayudarte mucho en tu carrera.

Por otra parte, si te gusta tener ocupaciones en verano también puedes aprovechar tu descanso para participar en los Cursos de Verano que se organizan en ciudades de toda España. Por supuesto, también es posible contar con la ayuda de un coach para poner límites al trabajo: el síndrome de abstinencia del ejecutivo refleja una forma de adicción al trabajo.

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