Cuando se analiza la posición del autónomo, con frecuencia se pone el foco de atención en los supuestos beneficios de ser freelance: ser tu propio jefe y horarios de trabajo flexibles son algunos de los puntos más destacados. Sin embargo, la realidad es que las condiciones de empleo precario que afectan a muchos autónomos actualmente que ganan pocos ingresos y tienen que hacer frente a gastos importantes, hace que este colectivo sienta una gran vulnerabilidad emocional cuando la lucha por la supervivencia profesional se prolonga a lo largo del tiempo.
Factores de riesgo
Además, el mito de ser tu propio jefe viene acompañado por la realidad de tener «muchos jefes» (clientes para los que trabajas). Un autónomo no es una entidad que a modo de isla subsiste por sí mismo sino que necesita una red de conexiones que son claves en el trabajo. Además, el tópico de la flexibilidad de horarios también tiene otra contrapartida. Y es el tiempo que un autónomo invierte (o pierde, según se mire) en elaborar presupuestos, presentar proyectos a empresas, realización de facturas, seguimiento de la contabilidad.
Todo ello hace que el autónomo sea un profesional vulnerable que, como cualquier otro puede quemarse. Y es que, así como puede resultar muy aburrido ser trabajador por cuenta ajena y asumir días tras día una misma función mecánica, rutinaria y previsible en la oficina, también puede llegar a ser agotador asumir constantemente el peso que se deriva del rol del autónomo.
Cómo prevenir el síndrome del autónomo quemado
Te ayudará realizar cursos de formación presenciales. El matiz presencial es importante ya que estos cursos no solo aportan nuevos conocimientos sino que también propician un entorno de encuentro personal que es muy importante para un freelance que en ocasiones, puede sentirse aislado y esto incrementa las opciones de agotamiento psicológico.
Algunos freelance no pueden permitirse tener dos días de descanso por semana. Sin embargo, sí es muy importante que te tomes como una norma de salud y bienestar tener un día libre para ti.
La lectura de libros sobre emprendimiento puede ayudarte a tener una apertura constante de desarrollo profesional. El exceso de trabajo puede llevarnos a una situación muy propia del autónomo quemado, la sensación de habernos quedado sin ideas. La lectura te nutre constantemente de fuentes de información valiosa.