El teletrabajo es una fórmula de trabajo todavía poco frecuente en España en la que los profesionales realizan sus tareas de trabajo para la empresa, principalmente, desde el despacho presente en su domicilio. Esta forma de trabajo no es aplicable a cualquier tipo de sector profesional, por tanto, antes de implantar un sistema de este tipo en una organización conviene analizar si se trata de un objetivo viable y además, es recomendable hacer esta integración del teletrabajo de un modo gradual.
Trabaja allí donde estés
Esta metodología ha dado lugar a lo que se conoce como smart working. La diferencia principal entre este concepto y el teletrabajo es que en el primero se disipa cualquier tipo de barrera para realizar las gestiones profesionales. El profesional puede realizar sus tareas allí donde esté: desde un hotel, en la biblioteca, en una cafetería o incluso, en un parque.
Lo único que se necesita es tener el material necesario para reaizar las tareas y estar en constante comunicación con la empresa. Este tipo de metodología también permite aprovechar incluso aquellos espacios de tiempo aparentemente muertos. Por ejemplo, el tiempo de espera en un aeropuesto puede ser una ocasión para hacer llamadas pendientes.
Ventajas del smart working para la empresa
Sin embargo, este tipo de opción laboral todavía es una realidad presente únicamente para pocas personas. Porque en la empresa es necesario un cambio de mentalidad que lleve a los emprendedores a confiar en la capacidad de gestión del trabajo de los empleados sin esa especie de control que surge con la idealización del trabajo presencial en la oficina.
Desde el punto de vista económico, es un tipo de colaboración que también permite reducir costes de infraestructura en una organización. Y lo que es más importante, es una fórmula para atraer el talento de distintos colaboradores, sin que la ubicación de esa persona sea un límite.