La actitud mental positiva es una habilidad del buen líder


Una de las cualidades fundamentales de un buen líder es tener una actitud mental positiva. Uno de los roles del líder es infundir motivación, confianza en un proyecto común y credibilidad. Objetivos que son más fáciles de cumplir al apostar por la actitud mental positiva. ¿Qué actitudes te ayudan a potenciar esta actitud de una forma natural?

Poner la atención en el objetivo

Un buen líder es aquel que mantiene una actitud mental positiva porque se centra en los objetivos en lugar de en los obstáculos que hay en el camino. De esta forma, al poner el punto de atención en la meta, desarrolla una gran capacidad para perseverar.

Un buen líder que tiene una actitud mental positiva es aquel que trabaja cada día con constancia pensando más en la idea del éxito que en el miedo al fracaso. Al focalizar la atención en el éxito también es más fácil conseguirlo. En cambio, cuando una persona se centra en el miedo al fracaso puede caer en la profecía autocumplida: aquello que piensas, finalmente, se cumple.

Un líder que tiene una actitud mental positiva se siente responsable de su trabajo. Por tanto, considera que los contratiempos se deben más a causas que se pueden manejar.

Una gran capacidad de compromiso

Un líder con una gran capacidad de compromiso es aquel que lucha por aquello en lo que cree. Encuentra un sentido positivo a su labor diaria y valora también el trabajo de los demás miembros del equipo. Potencian los valores del grupo por encima de los valores individuales.

El liderazgo asertivo es aquel que se basa no solo en los resultados sino también, en las personas como una parte importante de la cadena de trabajo. Un líder con una mentalidad negativa, por el contrario, piensa en su propio beneficio y utiliza el miedo como una forma de autoridad.

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