Hoy día, los cursos de risoterapia aplicados a la propia empresa están de moda y es que, la realidad es que es una suerte poder reír en tanto que la risa es una medicina que alimenta el espíritu cuando ha muerto la esperanza y cuando ha llegado la decepción más profunda.
Pues bien, el sentido del humor causa alegría, ayuda a relativizar un momento de dificultad laboral en tanto que la tensión se reduce, del mismo modo, también se evita el dramatismo… Un problema cambia de color cuando se afronta con pensamiento positivo y sentido del humor. En cambio, cuando estás en medio de la negatividad, es difícil trabajar con una visión objetiva del presente y del futuro.
La falta de sentido del humor también produce algunos efectos derivados: problemas de autoestima, ansiedad, resentimiento, ira, enfado, envidia, celos profesionales… Por otra parte, el humor tiene muchos grados y matices. La ironía es una forma de humor que de no resultar bien entendida puede dar lugar a muchos conflictos.
En la vida es importante aprender a reír más para tener un poco de esperanza y no dar tanta importancia a cosas que no la tienen. Y en cambio, centrar toda la energía de la rutina laboral en aquello que de verdad merece la pena. La risa siempre es más positiva cuando se produce en el seno de un grupo, es decir, cuando puedes reír junto a otra persona. De hecho, una broma tiene sentido vivida en el contexto de dos personas. Por supuesto, la relación entre un jefe y un empleado también es mucho más gratificante cuando existe humor de fondo.