En la actualidad, por suerte, los temas humanos están cada vez más integrados en la empresa, pero todavía, queda mucho camino por recorrer. Conviene entender que el coaching no es la única herramienta que permite mejorar el equipo de trabajo, alcanzar el éxito, potenciar las habilidades sociales, ayudar a los directivos a dirigir un equipo… También existe otra figura muy positiva para la ayuda empresarial: el mentor.
El mentor y el coach no trabajan del mismo modo. El mentor es una persona sabia que tiene muchos conocimientos y los comparte con los demás con el objetivo de ser un guía y abrir un camino. En general, un mentor suele ser alguien que trabaja en la propia compañía y, por ejemplo, puede dar su experiencia profesional sobre su trabajo en ella. A través del testimonio de un tercero podemos aprender mucho y tener un poco más de claridad mental. En la historia del saber, la figura del mentor aparece de una forma clara en el vínculo tan firme que tuvieron maestros con sus discípulos. Platón y Aristóteles son un claro ejemplo.
El mentoring empieza a cobrar cada vez más fuerza en el área de la empresa. Se trata de una herramienta especialmente útil en momentos de incertidumbre económica. Por otra parte, en la carrera profesional de una persona es positivo contar con un mentor, por ejemplo, un profesor que te aconseja, te ayuda y te abre puertas. ¿Qué aporta el mentoring? El mentor aporta entusiasmo, confianza, seguridad, fortaleza y ganas de seguir creciendo y evolucionando en el trabajo.
El método del coaching es diferente. De hecho se trata de un proceso basado en la mecánica de pregunta-respuesta. Es decir, es el coachee quien tiene el poder de tomar las decisiones en base a su mundo interior.