¿Padece tu jefe el síndrome de Hamlet?


¿Padece tu jefe el síndrome de Hamlet? El mundo de la empresa parece poco dado a la poesía y a los recursos poéticos, por ello, detrás del síndrome de Hamlet no existe un personaje literario, sino la realidad psicológica de algunos jefes que conviven con la duda constante, una duda agotadora y agónica que les impide avanzar porque a la hora de liderar un equipo de trabajo es indispensable tener las ideas claras, seguridad en uno mismo y fortaleza.

Rasgos del síndrome de Hamlet

Una persona con el síndrome de Hamlet avanza con lentitud en su carrera laboral porque antes de dar un paso lo piensa muchas veces, tantas que en más de una ocasión, deja pasar de largo oportunidades importantes, únicamente, por el miedo a las consecuencias de esas acciones.

El debate interno, el desgaste emocional, y la inseguridad permanente definen a un jefe con el síndrome de Hamlet.

Qué hacer para salir de la indecisión

La voluntad humana puede reeducarse en cualquier momento, pero para ello, es indispensable generar la disciplina propia del hábito. En ese caso, una persona estancada en la duda, tiene que dar el salto a la acción y a la decisión. Por ello, intenta buscar entornos de tu rutina cotidiana en los que decidas tú qué quieres hacer y cómo. Al tomar estas decisiones en un ámbito de confianza también te resultará más sencillo, pero a la vez, estarás sentando las bases para poder hacerlo en el mundo de la empresa.

Detrás del miedo a decidir existe temor al error, a la pérdida de estabilidad, miedo al cambio, e incluso, al qué dirán. Si eres una persona a la que le cuesta tomar decisiones hazte la siguientes preguntas: ¿De qué huyes exactamente? ¿Qué es lo peor que puede pasar en caso de que algo no salga como habías previsto?

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