Existen ciertos momentos de la vida profesional en los que brotan las propias carencias. Por ejemplo, muchas personas tienen dificultades para redactar un texto con coherencia interna y una estructura gramatical correcta. Ingredientes que no deben faltar en una carta de presentación. Por suerte, a través de internet, puedes encontrar modelos de cartas que pueden servirte de referencia y de guía. Pero por supuesto, debes dar a esta carta tu toque personal para que sea el reflejo de ti mismo.
En una empresa reciben muchos currículums cada mes, por ello, al final, la suerte vendrá de la mano de estar en el lugar correcto en el momento exacto. Para ello, convierte tu carta de presentación en un espacio alternativo al currículum en el que poder expresarte de una forma más libre. Uno de los puntos más importantes viene de la mano de encontrar el equilibrio a la hora de describir tu formación y también, explicar el interés concreto y real que tienes en trabajar para dicha empresa. Debes orientar el tema de tal forma que expliques qué es lo que puedes aportar (la iniciativa se valora mucho en el ámbito empresarial).
Por otro lado, debes escribir dicha carta utilizando el usted. No debe tener una extensión superior a un folio. El tiempo se valora mucho en la empresa, por tanto, el seleccionador de recursos humanos mide cada minuto a la hora de leer un currículum. Ten cuidado con el tamaño de la letra que eliges para redactar la carta ya que en caso de ser muy pequeña dificulta la lectura. Una lectura que debe ser agradable y atractiva.
Evita las frases muy largas y corrige las posibles faltas de ortografía que, a veces, surgen de un despiste. Aunque lleva mucho más tiempo, siempre es mejor elaborar una carta de presentación diferente en función de la empresa a la que te diriges.