La incorporación de un nuevo miembro a un equipo de trabajo es un momento decisivo en la carrera de dicho profesional, pero también para la empresa. Existen medidas que pueden propiciar un vínculo a largo plazo que resulta favorable para las partes. Por ello, algunas tendencias de recursos humanos ponen el acento, principalmente, en ese proceso de adaptación. La fórmula del job shadowing así lo muestra.
Qué es el job shadowing
Una técnica que está ganando proyección en el ámbito corporativo. Muestra una forma de acompañamiento que resulta muy positiva para el perfil que se incorpora al puesto. Este recibe el asesoramiento y la cercanía de otro profesional con experiencia que conoce el proyecto en profundidad.
Es un método que pone en valor la observación como medio de aprendizaje. En ese caso, la nueva persona contratada tiene la oportunidad de aprender a través del ejemplo y la perspectiva que proporciona el trabajo realizado por otro perfil de la empresa. Es un procedimiento que también recibe el nombre de trabajo en la sombra. Y constituye una fase de formación y preparación para asumir las responsabilidades del nuevo cargo.
A través de este proceso de atención, observación y contacto directo con la realidad del puesto, el profesional comprende mejor las tareas, rutinas y retos que debe afrontar cada día. En definitiva, el job shadowing permite conocer, con la distancia que produce el punto de vista externo, la realidad de un puesto que, posteriormente, se asume en primera persona.
Aunque la formación teórica también capacita a un profesional para ejecutar diferentes acciones, la perspectiva práctica es fundamental. Y es en este ámbito donde, con frecuencia, surgen carencias y debilidades importantes. Es decir, es habitual que los profesionales tomen conciencia de sus propias limitaciones cuando se incorporan a un nuevo puesto y experimentan un significativo proceso de adaptación al cambio. Pues bien, dicho proceso se simplifica por medio del seguimiento y el acompañamiento.
¿Qué beneficios aporta la práctica del job shadowing en la empresa?
En primer lugar, es una medida que fortalece la imagen de la empresa que cuenta con un protocolo positivo para dar la bienvenida a nuevos empleados. Proporciona una buena base para transmitir los aspectos esenciales de una organización en su conjunto: sus valores, su filosofía, su misión y su visión. Es una medida que produce una ventaja añadida desde una doble dirección. El observador puede aprender a través del modelo. Por su parte, el profesional con experiencia que acompaña al nuevo empleado, incrementa su compromiso con la organización.
La información recibida a través de la formación no solo ofrece las claves en torno a cómo llevar a cabo diferentes procesos. La observación también es una base para el autoconocimiento. Por ejemplo, el nuevo empleado tiene la posibilidad de hacerse otras preguntas por medio de su diálogo interno. Por ejemplo, quizá visualice su carrera a largo plazo en ese escenario o, por el contrario, llegue a la conclusión de que la oportunidad no se ajusta realmente a sus expectativas de futuro. En definitiva, ofrece un importante apoyo en una fase en la que el profesional que se suma al equipo debe asimilar muchos datos (y tiene un espejo en el que puede verse reflejado).
Cómo se aplica el job shadowing en la empresa
La técnica mencionada debe integrarse en una estrategia que tiene en cuenta las necesidades del puesto de empleo y su nivel de dificultad. El periodo de duración del programa puede acotarse a una sesión de un día, pero quizá sea preciso extender el aprendizaje a través de la observación durante un tiempo más amplio.