El mentoring es una de las propuestas que potencia el talento en el ámbito organizacional. Desde esta perspectiva, los perfiles con más experiencia, aquellos que poseen una sólida trayectoria, comparten su conocimiento con otros jóvenes profesionales. Sin embargo, la necesidad de aprendizaje y la formación constante son esenciales durante la vida laboral. De hecho, el escenario presente está marcado por el ritmo permanente del cambio. Una transformación que no solo implica a jóvenes, sino también a quienes ya han superado los 50 años. Por esta razón, el mentoring inverso es tan nutritivo en el ámbito corporativo.
Qué es el mentoring inverso
El enfoque de la disciplina cambia desde esta perspectiva. Ten en cuenta que es el profesional veterano quien desarrolla nuevas habilidades y competencias tecnológicas. Mientras que los jóvenes están muy familiarizados con el uso de estos recursos en el ámbito laboral, la realidad suele cambiar en otras edades más avanzadas. Es decir, los profesionales más veteranos también necesitan integrar procesos, estrategias y herramientas para dejar atrás otras fórmulas que forman parte del pasado.
Es muy importante que una empresa acompañe a cada profesional en ese camino de adaptación, superación y aprendizaje. Y el marketing inverso permite poner en conexión a diferentes generaciones para establecer un diálogo nutritivo entre las partes. El mentoring inverso se utiliza, principalmente, en aquellas empresas que están formadas por equipos multigeneracionales.
El mentoring inverso refuerza el nivel de participación, implicación y compromiso de los empleados con la propia organización. Cada uno, desde su realidad, a partir de la posición concreta que ocupa en el organigrama, es protagonista del proceso de cambio que experimenta la empresa. En consecuencia, es una experiencia que refuerza los cimientos de la comunicación en el grupo.
Beneficios del mentoring inverso en la empresa
¿Qué ventajas aporta dicha herramienta en el ámbito corporativo cuando se utiliza en la actualidad? La fórmula potencia la retención del talento de profesionales jóvenes y veteranos. Cada uno, más allá de la edad o de la generación en la que se integra, encuentra un lugar para desarrollarse plenamente en colaboración con los demás.
El mentoring inverso, al igual que el enfoque tradicional, refuerza el conocimiento de forma integral. No solo se beneficia de este plan de acción aquel que se enriquece con la experiencia, la formación y el conocimiento del mentor. Quien desempeña este papel, también desarrolla habilidades de comunicación y reflexiona en torno a aquello que ya sabe. Además, recibe la retroalimentación del interlocutor que, desde su posición en el equipo, la ofrece una mirada más amplia de la realidad.
El mentoring inverso es una herramienta esencial para evitar el edadismo en la empresa. Ofrece el acompañamiento necesario a quienes tienen tanto que aportar en el trabajo diario, pero necesitan actualizar algunos conocimientos. Es un proceso que alimenta la autoconfianza y la autoestima profesional de los perfiles más veteranos. Así como afianza el potencial de los más jóvenes que, por medio del mentoring inverso, adoptan un rol de liderazgo.
Es una propuesta que alimenta la humildad personal en el ámbito laboral. Profesionales veteranos y jóvenes con mucho talento toman una mayor conciencia de sus fortalezas y de sus límites. La forma de superar las dificultades puede estar en la conexión con el otro a través del intercambio de información y la ayuda mutua. Surge un vínculo de confianza entre aquel que asume el rol de mentor y quien recibe la formación de manera personalizada. Dos perfiles complementarios establecen un vínculo de confianza, escucha y comunicación cercana que no se reduce a la conversación sobre temas que giran alrededor de la tecnología (aunque ese es el eje central del proceso).