Una relación laboral puede llegar a su fin en circunstancias diferentes. En ocasiones, es la decisión del empresario la que pone punto y final a una colaboración profesional. Una situación de despido puede enmarcarse en varios escenarios. Los motivos objetivos que lo justifican están reflejados en el Estatuto de los Trabajadores. En ese caso, el profesional que finaliza su etapa en la empresa tiene derecho a recibir una indemnización. Por otra parte, el empleado también tiene derecho a paro si cumple con las condiciones necesarias para ello.
Un despido que se produce de forma legal
Las circunstancias por las que atraviesa una empresa pueden convertirse en determinantes para implementar cambios en el equipo de trabajo. La decisión final puede basarse en razones económicas, organizativas o técnicas. Aunque la determinación definitiva del despido también puede estar en relación con el rendimiento del trabajador si no cumple con sus objetivos de forma habitual. Por ejemplo, si acumula ausencias no justificadas en su puesto. También puede producirse una falta de adaptación del profesional a los cambios implementados recientemente. Es un procedimiento que, en definitiva, se diferencia del despido improcedente.
Este último es aquel que no está alineado con la normativa legal. Es una decisión que produce consecuencias a largo plazo, ya que vulnera los derechos del trabajador. ¿Qué medidas pueden aplicarse en ese caso? Por ejemplo, quizá pueda reincorporarse nuevamente a su puesto de trabajo.
Cómo se debe comunicar un despido objetivo
Previamente hemos indicado que las razones de un despido objetivo están señaladas en el Estatuto de los Trabajadores. Por ello, cuando el empresario informa al empleado sobre la noticia de la extinción del contrato debe hacerlo por escrito. Y en el texto debe constar la razón específica que ha propiciado la decisión.
Es recomendable que la noticia se ponga en conocimiento del interesado con un plazo de quince días de antelación. Es decir, todos los datos deben quedar perfectamente indicados en la carta de despido.