Cada trabajador es un mundo dentro de una empresa ya que su nivel de rendimiento también se ve afectado por su estado emocional, por el momento de la vida en que se encuentra, por su nivel de motivación y por sus ilusiones. Sin embargo, puede darse el caso de que en una empresa haya un trabajador quemado de realizar un día tras otro la misma función.
¿Qué medidas se deben tomar ante un caso de este tipo? Sin duda, el departamento de recursos humanos debe evitar hacer un drama de esto para buscar soluciones positivas que partan de la comprensión. Es decir, es bueno escuchar al trabajador, saber cómo se siente y analizar por qué ha podido llegar hasta ese punto.
Una persona que está agotada y aburrida en el trabajo necesita motivación. Por tanto, le vendrá muy bien un cambio. Es decir, es posible analizar si se puede trasladar a esa persona de su puesto para que ejerza una labor diferente durante un tiempo. En la medida en que una persona tiene que hacer algo nuevo, debe de despertar y reaccionar, en cambio, cuando lleva mucho tiempo en un mismo puesto laboral, puede llegar a acomodarse y estancarse. Sencillamente, porque en función del propio modo de ser, hay trabajadores que necesitan novedades y nuevos retos.
Por otra parte, también se puede animar al trabajador para que realice cursos sobre temas de inteligencia emocional, relaciones sociales, autoestima, coaching… Por suerte, se imparten sesiones formativas para trabajadores en todas las comunidades de nuestro país. Y la formación aporta bienestar en la medida en que también reporta conocimiento práctico en tanto que el trabajador puede comprenderse mejor a sí mismo sin juzgarse tanto. ¿Alguna vez te has sentido quemado y agotado en un trabajo?