Está claro que una persona pasa tantas horas en su trabajo que es indispensable poder apostar por el bienestar y por la ilusión de cuidar de uno mismo. ¿Qué aporta bienestar en la rutina diaria? En primer lugar, es positivo aprender a realizar técnicas de relajación a través del control de la respiración para tener calma y relax. Por otra parte, también es adecuado aprender a pensar antes de hablar y practicar la contención. De lo contrario, en ocasiones, hay personas que se arrepienten de haber dicho algo en un momento de rabia y de malestar.
Por otra parte, también es aconsejable ir a trabajar a la oficina con ropa muy cómoda. Con la llegada del verano, es mejor optar por ropa fresca y por prendas de algodón que son transpirables. En el día a día de la rutina, lo ideal es tener algo cerca que te permita ambientar un entorno de una forma personalizada. Tener la foto de tu familia cerca puede traerte buenos recuerdos y reportarte protección. Por otra parte, también existen otros placeres. Por ejemplo, mirar por la ventana en caso de que haya un paisaje bonito.
El bienestar en la oficina comienza a trabajarse fuera del horario de trabajo. Por ello, puedes realizar un curso de risoterapia, inteligencia emocional, musicoterapia o coaching. Por otra parte, también es positivo tener puntos de apoyo en el entorno laboral. Por ejemplo, anímate a construir lazos fuertes con los compañeros de trabajo. Te resultará imposible poder llevarte igual de bien con todo el mundo pero tener a alguien es más que suficiente para poder hablar o pedir ayuda.
Después de un día de duro trabajo puedes darte un premio a ti mismo: disfrutar de un baño relajante, hacer un plan divertido, leer un buen libro… El bienestar está en ti mismo, por ello, en caso de estrés, o ansiedad, eres tú mismo quien tendrás que trabajar para mejorar tus emociones.