Existen distintos tipos de facturación, cada tipo de factura tiene una finalidad específica. Las facturas ordinarias son aquellas a través de las que se especifica la venta de un producto determinado o el ofrecimiento de un servicio. Este justificante fiscal es el documento de facturación más utilizado por las empresas y los autónomos. Una gestión eficaz de las empresas permite llevar la contabilidad de un negocio al día.
Las facturas rectificadas
Las facturas rectificativas son aquellas cuya finalidad es la subsanación de un error cometido en facturas anteriores. Por ejemplo, puede realizarse esta factura cuando se especifica la devolución de un producto determinado. En todas las facturas de este tipo debe justificarse dicha rectificación aportando la causa que así lo acredita.
Otro tipo de documento de facturación utilizado de forma habitual es la factura recapitulativa ya que este tipo de documento permite emitir en una factura datos relacionados con un mismo destinatario. En cuyo caso, es posible utilizar una factura de estas características cuando las operaciones comerciales con un mismo destinatario corresponden a un mismo mes natural. Una de las funciones de esta factura es la agrupación de varias operaciones, por lo que este documento tiene una función de sistematización.
Duplicado de la factura
Otro tipo de documento habitual en la facturación es el duplicado de la factura. La copia de la factura es exactamente igual a la original salvo que en dicho justificante consta que se trata de la copia. Este tipo de factura es especialmente útil en caso de que se haya perdido el ejemplar original. Siempre debe de constar que se trata de un documento duplicado haciendo constar el término «duplicado». Por ley, también es posible emitir una factura de este tipo cuando existen varios destinatarios.