Así como todo candidato se prepara a conciencia para superar una entrevista de trabajo tomando como punto de referencia su propia experiencia, las empresas también utilizan técnicas habituales en este tipo de pruebas para conocer mejor al entrevistado.
Provocar silencios
Un silencio es muy incómodo cuando se produce entre dos personas que no tienen mucha confianza. El seleccionador de recursos humanos puede provocar silencios a conciencia a lo largo de la entrevista de trabajo para que el candidato se sienta obligado a hablar de sí mismo.
En ese caso, evita caer en el error de hablar por hablar, y responde con seguridad en ti mismo pero sin extenderte más de lo debido.
Información sobre tu antigua empresa
Algunas preguntas de la entrevista de trabajo están orientadas a conocer alguna información sobre tu anterior empresa. En ese caso, nunca hables mal de tu jefe anterior delante de tu posible nueva empresa porque quien hace eso con alguien del pasado muestra la imagen de que puede volver a hacerlo en el futuro.
Muestra agradecimiento hacia tu antigua empresa en tu forma de hablar por la experiencia que has adquirido y por todo lo que has aprendido.
Términos absolutos
El seleccionador estará atento a tus comentarios para valorar tu modo de ver el mundo. Las personas que describen la realidad con carácter absoluto gracias al uso del siempre o nunca son personas que se toman los problemas de una forma dramática y muestran menor nivel de inteligencia emocional.
Además, otra técnica es la de hacer preguntas abiertas. Una entrevista de trabajo centrada en preguntas cerradas sería muy aburrida porque las cuestiones dejan poco margen abierto a la creatividad. Por ello, una pregunta abierta pone al receptor en disposición de hablar de sí mismo. De esta forma, el seleccionador puede observar si existe una coherencia en su hilo argumental, si tiene riqueza de vocabulario y si habla bien en público.