Tres tipos de estrés


El estrés está producido por un estímulo que produce una respuesta personal concreta. En ocasiones, las personas cometen el error de asociar el estrés con un elemento negativo a modo de causa y efecto cuando no siempre es así. En el plano laboral también es posible experimentar un tipo de estrés positivo que potencia la concentración. ¿Cuáles son los tres tipos de estrés que los emprendedores pueden experimentar?

El estrés positivo

El estrés positivo es aquel que está causado por una causa objetiva concreta, de este modo, la sensación de estrés desaparece en el momento en el que ha finalizado dicha causa. Por ejemplo, un emprendedor puede experimentar estrés previo a la realización de una exposición en público, al asistir a un congreso profesional en el que hacer networking o al tener que tomar una decisión importante. Este estrés produce una tensión corporal y emocional, sin embargo, la persona recupera poco a poco la normalidad en su vida una vez que ha superado la prueba.

El estrés crónico

El estrés es negativo cuando puede llegar a somatizarse. Esto sucede cuando la persona convive de forma habitual con una desagradable sensación de estrés que dificulta la concentración en el trabajo, aumenta las preocupaciones y afecta de una forma negativa a la autoestima.

El estrés crónico puede llegar a producir molestias físicas: dolor de espalda, tensión muscular, sensación de nudo en el estómago, dificultades para conciliar el sueño… Cuando un emprendedor ha somatizado el sentimiento de estrés es recomendable pedir aydua profesional.

El estrés agudo

El estrés puede experimentarse en distintos grados. El estrés agudo es un trastorno vinculado a la ansiedad que puede estar producido por haber padecido en un breve periodo de tiempo situaciones que han causado un alto impacto en la persona.

Puede que estas situaciones tengan que ver con la vida personal del emprendedor, sin embargo, su vida profesional se resiente como consecuencia de este periodo ansioso.

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