El sector de la hostelería despierta el interés de autónomos y emprendedores que abren las puertas de bares, cafeterías y restaurantes. Es un ámbito que ofrece una importante oferta de empleo, pero también presenta dificultades que no deben ignorarse en la fase de elección de una idea de negocio.
1. Máxima competencia
La competencia, en varios grados, está presente en distintos sectores. Pero se hace especialmente visible en el campo de la hostelería. Crea una red de servicios que da vida a pueblos y ciudades. Pues bien, cuando un establecimiento abre sus puertas, lucha por posicionarse en un escenario en el que, muy posiblemente, haya otros locales que ya cuentan con la confianza de los clientes de la zona.
2. Una actividad que está muy condicionada por el contexto del calendario
En cualquier negocio es importante hacer previsiones para potenciar la planificación y la toma de decisiones. Pues bien, el calendario del negocio en el ámbito de la hostelería presenta un desafío importante: se producen giros significativos en la actividad del establecimiento. Con frecuencia, se intensifica durante el periodo de vacaciones, cuando crece el turismo en la zona, y se reduce durante el invierno.
3. Gastos elevados
Incluso cuando el negocio se encuentra en una etapa de menor actividad, son muchos los gastos que debe cubrir el emprendedor para abrir las puertas del proyecto cada día. Y la perspectiva de los ingresos y los gastos, a veces, muestra un balance complejo, incierto y difícil. En ocasiones, la situación resulta insostenible y deriva en el cierre definitivo de un emprendimiento que, en su etapa inicial, estuvo impulsado por la ilusión, la motivación y las expectativas de futuro.
4. Dificultades para encontrar profesionales formados y cualificados
El sector de la hostelería sí ofrece una alta oferta de empleo. Y, del mismo modo, hay demanda de perfiles que buscan oportunidades de trabajo (aunque sea en un periodo concreto del año). Sin embargo, la hostelería es un sector exigente que también requiere de perfiles vocacionales, motivados, formados y cualificados. Pues bien, la falta de especialización es una de las dificultades que afrontan los pequeños negocios en los procesos de búsqueda y contratación de personal.
5. Largas jornadas de dedicación (que hacen difícil la conciliación)
Las jornadas de trabajo de los profesionales que desarrollan su labor en el campo de la hostería muestran una realidad frecuente: la conciliación personal y familiar no es sencilla cuando los horarios se prolongan más allá de lo previsto en un primer momento y la dedicación al proyecto es absoluta.
6. Gestión de conflictos en el trabajo en equipo
El trabajo en equipo es clave en el éxito de muchos negocios y empresas. Y, por supuesto, también está en la base de restaurantes y proyectos de hostelería. Sin embargo, la gestión de conflictos no es sencilla, especialmente, cuando hay un clima negativo de trabajo, falta de liderazgo o un alto nivel de rotación en la plantilla.
7. Diferenciación
Previamente, hemos comentado que el sector de la hostelería está condicionado por el alto nivel de competencia. Es importante que cada establecimiento tenga su propia entidad y sea reconocible a partir de características específicas. Sin embargo, la diferenciación es un valor difícil de alcanzar en un sector en que destacan otras propuestas similares.
8. Incremento de precios (y su repercusión en la contabilidad)
Abrir las puertas del negocio implica hacer frente a una serie de gastos que suelen ser elevados a lo largo del año. Una perspectiva que se ha agravado recientemente con el incremento de precios incluso en ingredientes básicos.
Por tanto, emprender en el sector de la hostelería es un objetivo frecuente en emprendedores y autónomos. Un proyecto que se enmarca en este ámbito también afronta importantes desafíos.