Existen momentos en la vida laboral de un trabajador en los que tener la capacidad de motivarse a sí mismo es fundamental para poder lograr objetivos. Para ello, el primer paso para motivarte en el desempleo es que tengas constantemente fijada en tu mente la meta: “Encontrar un trabajo”. Solo así, estarás siempre en movimiento consciente de que aquel que siembra, en algún momento, recoge. Por ello, recuerda que buscar trabajo es un empleo en sí mismo que requiere todavía más sacrificio en tanto que tienes que convivir con la incertidumbre.
Para matar este sentimiento incierto no te centres en los resultados de cada paso que das, sino en las acciones que tú vas dando. Por ejemplo, a pesar de que no hayas recibido ninguna respuesta a los últimos currículums que mandaste, sigue buscando nuevas direcciones con las que poder ponerte en contacto. Céntrate en ti mismo y no en factores externos a ti.
Por otra parte, para motivarte a ti mismo en la búsqueda de trabajo, es muy positivo realizar cursos para desempleados. Son sesiones formativas que además de estar subvencionadas, tienen una gran calidad. Y también, te permiten estar ocupado, aprender cosas nuevas, tener una experiencia diferente y hacer contactos de trabajo. Todo ello te aporta una gran riqueza a nivel emocional y te permite salir de la rueda del pensamiento negativo.
En el proceso de superación personal, la escritura es una herramienta clave. Para ello, elabora una lista de cincuenta objetivos que te gustaría cumplir. Dichos objetivos deben ser realistas. Conforme vayas cumpliendo dichas metas, táchalas. Dentro de un año, comprueba el balance de tu situación. A través de la escritura das mayor realidad a tus metas y a tus ilusiones. Pero también, te conoces mejor a ti mismo y sabes qué necesitas.