Cuando una persona está en desempleo de una forma lógica quiere reducir gastos para poder llegar a final de mes y pensar en el futuro. Por ello, en vez de contar con la ayuda de un coach externo recuerda que tú puedes ser tu propio coach para vivir ese periodo de tu vida como una fuente de aprendizaje en vez de un periodo de sufrimiento. Vivirlo de la primera forma hace que sea una etapa gratificante, en cambio, cuando optas por el sufrimiento vives pegado a la culpa. Aquí tienes algunos consejos para ser tu propio coach:
En primer lugar, aprovecha el desempleo para poder llevar a cabo muchos de los proyectos que no pudiste hacer por tener las ocupaciones del trabajo. Por otra parte, aprende a motivarte a ti mismo para evitar la vida sedentaria: disfrutar de una buena alimentación, realiza deporte y ejercicio físico, busca entornos para poder socializar con gente, no te rodees únicamente de personas que están en desempleo, habla de ti con naturalidad, no reduzcas tu vida a tu presente y recuerda todos los éxitos profesionales que tienes…
Márcate objetivos muy concretos. Cuanto más detalles el objetivo que te has propuesto mejor para ti ya que así te va a resultar más sencillo dirigirte en una dirección. Evita el pensamiento negativo, por ello, cuando te venga una idea negativa a la mente transfórmala de una forma consciente en algo positivo. Este hábito no se rompe de una forma sencilla sino que se corrige a base de constancia.
Intenta estar todo el día fuera de casa: haz cursos, vete a la biblioteca para leer libros y el periódico, asiste a conferencias, reparte los currículums en las empresas, llévate el ordenador a un lugar adaptado con zona wifi para trabajar fuera de casa…