El lenguaje corporal cada vez es más analizado por la información que se puede obtener a partir de él sobre el mundo interior de una persona. En una entrevista de trabajo, el lenguaje corporal puede llegar a tener incluso más peso que las palabras. Existen cinco signos que muestran inseguridad y que merece la pena evitar.
No mirar a los ojos
Cuando un interlocutor no mira a los ojos de la otra persona transmite la sensación de falta de convencimiento. Cuando alguien comparte su verdad con otra persona, se siente tan bien y tan libre, que mira de una forma clara y directa a los ojos del otro para comunicarle esa verdad.
Un tic nervioso
En muchas ocasiones, el lenguaje corporal se interpreta fuera de contexto. Ningún gesto dado de una forma puntual tiene un significado que se pueda leer literalmente. El lenguaje corporal cobra relevancia cuando un gesto se produce en demasía. Por ejemplo, cuando una persona tiende a colocarse perfectamente la melena con frecuencia en una conversación.
Cogerte las dos manos
El signo de entrelazarte las dos manos, como si se sujetaran mutuamente, muestra el deseo de recibir apoyo externo para lograr un objetivo. Un gesto que puede ser muy importante en un trabajo de equipo, sin embargo, en una entrevista de trabajo, el poder depende de ti.
La postura corporal
Una entrevista de trabajo es una prueba que puede producir cierto nivel de tensión en un candidato. La tensión puede notarse, especialmente, en la zona de los hombros. En ese caso, existe un truco básico para disimular esta tensión. Utilizar una chaqueta con hombreras puede ser de gran ayuda.
Brazos cruzados
Tener los brazos cruzados de una forma puntual no tiene un significado defensivo, sin embargo, si adoptas esa posición durante toda la conversación, entonces, puedes transmitir un mensaje equivocado.