La felicidad es un concepto que tiene un alto componente vivencial. Sin embargo, el modo de vivirlo presenta matices diferentes porque el lugar desde el que parte la búsqueda del desarrollo personal adquiere perspectivas distintas. ¿Cuáles son los tipos de felicidad que pueden presentarse en el trabajo?
1. Eudaimonia
En ocasiones, parece difícil de alcanzar en un momento de incertidumbre como el actual. Es aquel tipo de felicidad que mira al largo plazo y hace referencia a la satisfacción personal. Aporta un sentido constructivo al trabajo realizado. El profesional siente que cumple su misión y su visión.
2. Felicidad organizacional
Ser feliz es un tema que no solo implica al ser humano individual. La propia entidad puede implicarse para reforzar la motivación, el compromiso, la alegría y la creatividad de los empleados. De este modo, invierte en recursos y programas que favorecen el desarrollo de la felicidad organizacional. Una inversión esencial para atraer y retener el talento.
3. Bienestar subjetivo alto
El grado de satisfacción que el empleado tiene en su rutina laboral está en conexión con su realidad individual. Cuando realiza una valoración positiva de las diferentes esferas de su vida, experimenta un bienestar subjetivo elevado. Es decir, se siente afortunado por tener la oportunidad de disfrutar de condiciones favorables para su propio desarrollo personal. El bienestar subjetivo es experimentado por todos los miembros de la organización.
4. Hedonismo
La eudaimonia, como hemos comentado, mira al largo plazo. ¿Pero cuál es la felicidad que conecta con el presente inmediato? Aquella que está directamente vinculada con el placer. La perspectiva hedonista lo pone de manifiesto. La expectativa por la llegada del viernes es un ejemplo de estímulo que incrementa la alegría a corto plazo en el trabajo.
5. Felicidad social
Una empresa está integrada por un equipo, por ello, la felicidad crece con las ilusiones compartidas. Y, en consecuencia, adquiere una forma social.