En la actualidad, existen profesionales que trabajan como redactores freelance para empresas que necesitan profesionales que aporten contenido de valor a su página web. Es una profesión muy vocacional que es difícil ejercer en caso de no tener una pasión especial por la escritura. El trabajo de blogger tiene grandes ventajas que hoy analizamos en Empresariados.
Es un trabajo nada monótono
La rutina suele ser una de las principales quejas de muchos empleados que tienen la sensación de hacer día tras día lo mismo. Los redactores freelance tienen que documentarse constantemente sobre posibles nuevos temas a tratar, por tanto, la sensación de rutina es mínima porque es muy gratificante trabajar y aprender cosas nuevas al mismo tiempo.
Hacer lo que te gusta
Al ser un trabajo vocacional, los profesionales que se dedican a este sector disfrutan con aquello que hacen. En muchos casos, se sienten afortunados por haber logrado hacer de la escritura, su medio de vida a nivel profesional. Algo que por otra parte, no resulta nada sencillo.
Trabajar desde casa
En muchos casos, los redactores freelance trabajan desde casa. De esta forma, tienen libertad de horarios para programar su agenda en función de sus necesidades. Algo que se valora mucho, en especial, cuando surge algún imprevisto inesperado.
Por otro lado, también pueden decidir el lugar en el que quieren trabajar buscando alternativas al hogar. También pueden optar por el coworking o ir con su ordenador a una biblioteca.
La creatividad
El trabajo de blogger es muy creativo, algo que aporta una gran riqueza personal a todos aquellos que buscan un trabajo que no sea mecánico. Detrás del artículo publicado por un blogger existe su huella personal y el feedback que recibe por parte de otros lectores le aporta una motivación extrínseca directa.
Desarrollo de habilidades
La disciplina que es inherente a la profesión de blogger reporta grandes enseñanzas prácticas a aquel profesional que se compromete con aquello que hace y, por tanto, desarrolla su capacidad de esfuerzo, sacrificio, constancia y ganas de mejorar. La escritura también se perfecciona a través de la práctica diaria.