El primer afectado por un despido laboral es el trabajador que claro está, siente en primera persona que su vida cambia de golpe a partir de perder un trabajo. Sin embargo, muchas veces, al analizar esta situación perdemos de vista que para una empresa tampoco es nada agradable, tener que echar a la calle a una persona. Y todavía lo es menos para aquel que tiene que comunicar una noticia poco agradable a un trabajador. Cuando una noticia no es buena, da igual cómo la digas, es decir, no importa que adornes la realidad porque la mente del receptor pone el foco de atención en el lado más negativo. Sin embargo, más allá del resultado, sí es positivo poner una atención especial en la acitud.
Pero a la hora de comunicar la noticia de un despido, la empresa se ahorraría más de un malestar si la política habitual de la misma fuese la trasparencia. En la medida en que los empleados están informados de que las cosas no van bien, tienen más opciones de estar mentalizados de que los despidos pueden producirse. La transparencia siempre genera confianza.
Por otro lado, también es importante generar empatía a la hora de dar la noticia. Y también, es indispensable lanzar algún tipo de mensaje positivo que sirva de refuerzo a aquel que lo recibe. Por ejemplo, es posible recordarle que ha sido un trabajador excelente y darle las gracias por el tiempo compartido.
La noticia siempre debe comunicarse de una forma privada a la persona implicada. Por ello, puedes organizar una reunión para hablar del tema. Es mejor ser breve a la hora de comunicar el mensaje y no dar muchos rodeos. Además, lo adecuado también es comunicar la noticia con tiempo de antelación, por ejemplo, con dos semanas. Se trata de un cambio muy importante en la vida de una persona, por ello, es positivo actuar con inteligencia emocional.