El trabajo puede ser una fuente de salud o todo lo contrario, dependiendo de las circunstancias concretas que rodean a un trabajador en su jornada diaria. Muchas veces, ante la necesidad de trabajar y tener un sueldo para llegar a fin de mes, no se da la importancia necesaria a este tema. Sin embargo, el estrés, la ansiedad, la presión excesiva, vivida durante mucho tiempo, no sólo deja huella a nivel anímico sino también, a nivel físico porque dichas emociones se somatizan. Por ello, el primer criterio a la hora de mantener un empleo debería ser el bienestar interno.
El bienestar es más importante que el dinero
El dinero no tiene el mismo nivel de importancia para todos los trabajadores. Existen personas que tienen motivación por logro y otras por posicionamiento. Por supuesto, a cualquier persona le motiva un aumento de sueldo, pero siempre que este aumento de sueldo vaya acompañado de un buen ambiente en el trabajo, en donde el empleado se siente valorado y reconocido.
De lo contrario, es más importante tener este bienestar humano que ganar un gran sueldo porque el dinero no tiene la capacidad de curar ese malestar que va somatizando el trabajador.
Cuida de ti
El primer paso para ganar calidad de vida es que tú cuides de ti. Que disfrutes de verdad del tiempo de ocio, incluso entre semana. Intenta llevar una vida activa, cultivar tus aficiones, alimentar las relaciones personales y descansar.
Por otra parte, también puedes apuntarte a clases de yoga, baile, pilates, gimnasia o cualquier actividad que te permita conectar con tu cuerpo.
A nivel emocional, es fundamental atender a tiempo las señales del cuerpo y de la mente y consultar con el médico de cabecera cualquier cuadro emocional que te desborde. No intentes silenciar las emociones, porque en algún momento, explotan.