Existen personas que ante situaciones poco cotidianas, como por ejemplo, una entrevista de trabajo adoptan una actitud derrotista, y a veces, también, catastrofista. Es decir, piensan en lo peor hasta el punto de que hacen un drama donde no lo hay. Es verdad que la crisis económica, los datos negativos y las historias personales de desempleados cargadas de sufrimiento, nos predisponen en cierto modo, hacia dicho catastrofismo.
Pero lejos de producir un efecto positivo esta actitud sólo causa estrés, ansiedad, angustia y desesperación. Los casos de personas que en medio de la crisis económica necesitan de un psicólogo van en aumento. Y a veces, el drama es mayor porque muchos pacientes ni siquiera pueden permitirse el lujo de tener un psicólogo particular.
¿Cómo se puede lograr pensar en positivo? En primer lugar, asumiendo que el poder está dentro de ti. Es decir, que tienes la capacidad de adoptar la actitud adecuada ante cada situación. Por otro lado, lejos de pensar en negativo, piensa que una entrevista de trabajo es tu gran oportunidad para mostrar tu valía, tener una experiencia diferente, recuperar la motivación por buscar un trabajo… Y ello, no significa que vayas a ser el candidato elegido. Es decir, existen muchas cosas positivas que puedes tener de una entrevista de empleo más allá de tener o no finalmente un puesto laboral.
A través de una entrevista de trabajo logras salir de la rutina y de la monotonía, además, también puedes conocer gente nueva, acercarte un poco más al mundo laboral y de la empresa, tomar experiencia práctica en este tipo de pruebas y en las preguntas que se hacen, ir sumando más contactos de trabajo. Lo que siempre debes hacer en una entrevista de trabajo es lograr dar tu mejor imagen, es decir, ser la mejor versión de ti mismo. Algo que no lograrás pensando en negativo.