Las redes sociales se han convertido en prácticamente imprescindibles en la vida diaria. Pero la presencia en las mismas debe cuidarse, siendo conveniente seguir una estrategia para poderle sacar beneficios y rendimiento. Una estrategia en la que la empresa debe contemplar una serie de aspectos.
El primero de ellos es interaccionar con el usuario, ya que las redes sociales han dejado de ser un elemento de intercambio de información para generar experiencias sociales, interactuando sobre cualquier aspecto de sus vidas, incluyendo marcas y productos de las empresas.
Igualmente se deben tener en cuenta los nuevos hábitos de comunicación que se establecen a través de las redes sociales tanto en la forma de interactuar con otros usuarios como en los hábitos de consumo que son más comunitarios.
También hay que atender al consumo colaborativo, que se está viendo acelerado por la crisis económica, ya que las personas están tendiendo a organizarse entre sí para formar comunidades virtuales y establecer relaciones con las que conseguir beneficios mutuos.
Otro de los aspectos a sopesar son los vínculos digitales, ya que estas comunidades funcionan de forma paralela y similar a las redes sociales establecidas en el mundo real, si bien se da un paso más digitalizando los niveles de vínculos humanos como organizar y compartir fotos y experiencias. De esta manera, la red configura un nuevo mapa de relaciones entre personas que refleja sus intereses y que se manifiesta en su vida diaria y permite desarrollar nuevos vínculos con las marcas.
También se debe valorar el boca a boca porque es un aspecto que permite crecer y desarrollar una red social, en función de la satisfacción y de los beneficios que los usuarios obtengan de ella, aparte de tener en cuenta el aval del perfil, ya que en el mundo digital es fundamental hacerse con una personalidad completa y fiable para los intercambios sociales.
Finalmente, de la estrategia en las redes sociales deben formar parte otros aspectos como la confianza en la comunidad que debe generarse para tener acceso a la parte de la vida digital de una persona y poder construir una imagen de ella y la disposición de herramientas fiables que permitan los intercambios de los usuarios de forma segura.
Y, por supuesto, establecer nuevas sinergias, ya que las redes sociales permiten generar nuevas oportunidades entre diferentes líneas de negocio, lo que favorece a su vez la ampliación de las acciones en Internet.