Cómo valoran los bancos el riesgo de una operación financiera


Hoy en día uno de los principales problemas que tienen las empresas es el acceso a la financiación. Un motivo por el que es importante saber cómo valoran el riesgo de una operación las diferentes entidades financieras para que no haya sorpresas en las negociaciones.

No obstante, a pesar de los diversos elementos que valoran, lo que hay que tener muy claro es que todas comparten su interés por operaciones que conlleven el menor riesgo posible. Y, un dato importante si hay que pedir financiación, es que a mayor riesgo, más tipo de interés se aplicará en el crédito o préstamo.

Seguridad

Ante todo, los bancos buscan seguridad. Por ello, prefieren operaciones para proyectos que sean viables y para los que se presenten avales personales suficientes. Además, también suelen optar por financiar a autónomos o pymes que consideren de confianza. Y, a ser posible, que sus negocios estén consolidados.

Todos unos aspectos que tienen en común el hecho de buscar la seguridad en el reembolso del dinero que se va a dejar a través del desarrollo de la actividad.

Otros factores

Aparte de la seguridad, hay otros elementos que valoran. Entre ellos, figura la característica de la operación, prestando especial interés a datos como el plazo de vencimiento, el importe que se solicita, el porcentaje de financiación que aporta la empresa, para qué se va a destinar esa cantidad económica, la viabilidad del negocio o la trayectoria del solicitante. Otro dato clave es el aval que se presente.

Igualmente se valora el riesgo de la actividad, atendiendo en este caso al sector de actividad, mercado en el que opera, clientes que tenga y que puedan generar problemas de liquidez o la capacitación profesional, entre otros.

Y también se tienen en cuenta la rentabilidad de la operación. En este sentido, cabe señalar que el banco hará una comparativa de los ingresos que se obtendrán por intereses y comisiones con el coste que le supone obtener el dinero necesario.

Finalmente, hay otro factor: las relaciones que se hayan mantenido con anterioridad en el banco. En este caso, se atenderá a posibles situaciones de morosidad, las devoluciones de anteriores créditos o préstamos, la cesión de pagos, domiciliaciones o el uso de productos como tarjetas de crédito, entre otras posibilidades.

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