En el trabajo se dicen frases automáticas que en un principio, parecen positivas, sin embargo, el efecto que tienen sobre aquel que las recibe, es totalmente negativo. ¿Qué consejos laborales son los que nos amargan la vida?
En primer lugar, tenemos esa frase célebre de: “Date prisa”. La realidad es que cada trabajador tiene su ritmo, sin embargo, existen trabajadores que realizan su función de una forma excelente y que sin embargo, sienten que no son lo suficientemente competentes cuando escuchan este mensaje. La sociedad de la prisa está de lleno también en el mundo de la empresa, especialmente, en las fábricas.
¿Qué otro mensaje es habitual no sólo en el trabajo, sino también, en el ámbito de los estudios? La frase “puedes hacerlo mejor”. Este mensaje deja una sensación de insatisfacción en el interior de aquel que lo recibe, es como si su trabajo no fuese lo suficientemente bueno. Como jefes, también es adecuado aprender a valorar el trabajo bien hecho sin tener un nivel de exigencia desmedido. En ese caso, nadie puede cubrir las expectativas.
Por otro lado, también existen momentos en los que los trabajadores se desahogan con un amigo. Y ese amigo, con el objetivo de quitar importancia a lo sucedido matiza: “Eso le pasa a todo el mundo”. Existe la tendencia a minimizar el dolor ajeno, sin embargo, es bueno aprender a escuchar y compartir con los demás no sólo los buenos instantes sino también, los malos momentos. En un despido laboral, alguien necesita ser escuchado, sin embargo, existen personas que lo único que te dicen es: “Así es la vida”.
Existe otra forma de chantaje emocional que en ocasiones, cometen los jefes cuando dicen: «Si no estás contento, ya sabes dónde tienes la puerta». La realidad es que la libertad es una buena fuente de bienestar en el trabajo.