Existen distintos tipos de contrato laboral, cada uno de ellos tiene unas connotaciones concretas. El contrato de relevo es aquel tipo de contrato profesional cuya finalidad es contratar a un empleado cuya tarea es sustituir a otro empleado de la empresa que ha solicitado la jubilación parcial. El profesional contratado se encontraba en situación de desempleo. También puede ser contratado un profesional que tenía un contrato por un número de horas específico con la empresa.
Función positiva del contrato de relevo
A través de este tipo de contrato, aquel profesional que es contratado cubre las horas que dejará de trabajar el profesional que está próximo a jubilarse. Una de las ventajas de este tipo de contratación es que es posible ir formando poco a poco al nuevo profesional, un paso necesario puesto que el profesional veterano se marchará en algún momento de una forma definitiva de la empresa. Y se llevará también consigo sus conocimientos.
El contrato de relevo potencia precisamente la continuación generacional de talento en la empresa. Desde este punto de vista, el contrato de relevo permite a la empresa seguir contando con el talento de un profesional veterano en la plántilla, fomentando a su vez la contratación de nuevos profesionales que pueden tener menos experiencia profesional pero una formación actual y mucha ilusión.
El valor del mentoring en la empresa
La empresa puede decidir que la jornada laboral del profesional veterano que será sustituido y aquel que ocupará ese puesto coincidan en horario con el objetivo de que el primero pueda comunicar al segundo sus conocimientos. Desde este punto de vista, se trata de un contrato que potencia el valor del mentoring gracias a la transmisión de conocimientos por parte de aquel que aprende a delegar poco a poco sus tareas.