Las personas forman parte de un sistema global en donde la interacción con el entorno influye de una forma directa en el bienestar individual y en el rendimiento de ese trabajador. La posición que ocupa un trabajador puede analizarse desde diferetes perspectivas. Existen personas que pasan toda su vida buscando ese lugar ideal cuando en realidad, esta posición es el resultado de varios factores.
Posición laboral
Una persona puede estar trabajando en una empresa con la que no se siente identificada, no está contenta y eso se nota en su rendimiento cotidiano. En ese caso, es fundamental que el trabajador siga buscando hasta encontrar su lugar en el mundo. El verdadero remedio en contra del estrés y de la ansiedad es encontrar un trabajo afín a nivel emocional.
Posición en la empresa
La posición que ocupa una persona en la empresa también influye en su rendimiento. Una de las funciones del departamento de recursos humanos es potenciar la capacidad de sus empleados al hacer cambios necesarios para que una persona pueda hacer una función que de verdad le gusta y le hace sentir bien.
Posición en el grupo
Dentro de un equipo también existe diferente posición entre los miembros de ese grupo. Los conflictos personales, las luchas internas y la rivalidad también influye mucho en cada trabajador. Por esta razón cada vez es más frecuente que las empresas contraten un coach para poder hacer un proceso de coaching en el que romper con todos esos nudos que quedan internos en medio de la ausencia de comunicación interpersonal.
La influencia que tiene un grupo sobre el trabajador a nivel individual es tan potente que incluso, ante el despido de uno de los trabajadores las relaciones del grupo también se modifican porque el grupo en sí mismo ha cambiado al faltar un integrante. Una persona tóxica también puede contaminar a todo un equipo de trabajo.